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La distrofia y la degeneración corneal son grupos de afecciones oculares que se caracterizan por la acumulación anormal de sustancias en la córnea, lo que provoca cambios estructurales y alteraciones funcionales. Pueden afectar una o varias capas de la córnea, provocar alteraciones visuales y, en algunos casos, pérdida importante de la visión.

El Síndrome de Steven Johnson (SJS) es una reacción cutánea grave, a menudo a la medicación, que también puede tener manifestaciones oculares. El SJS puede causar daños graves en la superficie ocular, incluida la córnea, y se asocia con complicaciones oculares a largo plazo, como ojos secos, úlceras corneales y discapacidad visual.

Las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a sus propias células, también pueden afectar los ojos, especialmente la córnea. Afecciones como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren y el lupus eritematoso sistémico pueden provocar inflamación, sequedad, úlceras y cicatrices en la córnea.

Dada la complejidad y diversidad de estas condiciones, su manejo requiere experiencia y un enfoque individualizado, algo en lo que se destaca el Dr. Edward Boshnick, un estimado optometrista especializado en trastornos oculares complejos.

Síndrome de Steven Johnson (SJS):

El síndrome de Steven Johnson es una reacción grave poco común a medicamentos o infecciones. Esta condición se considera una emergencia médica y afecta principalmente a la piel, las membranas mucosas y los ojos. En SJS, el sistema inmunitario responde agresivamente a un desencadenante, lo que provoca ampollas y descamación graves de la piel.

Cuando se trata de manifestaciones oculares, SJS puede tener consecuencias graves y debilitantes. La respuesta inmunitaria agresiva puede atacar la superficie de los ojos, incluida la córnea, causando una enfermedad grave de la superficie ocular. De forma aguda, el SJS puede causar conjuntivitis, desprendimiento de la piel de los párpados y ampollas o erosiones en la córnea. Si no se maneja rápidamente, esto puede provocar úlceras en la córnea, perforaciones y, finalmente, pérdida de la visión.

Las complicaciones oculares a largo plazo del SJS incluyen ojo seco crónico, simbléfaron (adhesión del párpado al globo ocular), triquiasis (pestañas que crecen hacia adentro), neovascularización corneal, cicatrización corneal y discapacidad visual grave. El daño causado por SJS es a menudo irreversible, por lo que la prevención y la detección temprana son cruciales.

Artritis reumatoide (AR):

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria sistémica que afecta principalmente a las articulaciones, causando dolor, hinchazón, rigidez y daño progresivo. Sin embargo, la AR también puede tener manifestaciones oculares significativas, siendo la córnea una de las áreas que puede afectar. La queratitis sicca, u ojo seco, es la complicación ocular más común de la AR. Esto es causado por la disminución de la producción de lágrimas o el aumento de la evaporación de las lágrimas, lo que provoca daños en la superficie de la córnea, reducción de la visión y molestias significativas. De manera más grave, la AR puede causar queratitis ulcerosa periférica, una afección grave que implica inflamación y ulceración de la córnea, lo que puede provocar complicaciones que amenazan la visión.

Síndrome de Sjogren:

Los lentes esclerales son grandes lentes permeables a los gases que saltan sobre la córnea sin tocarla. Descansan sobre la esclerótica, que es la parte blanca del ojo, lo que los hace increíblemente cómodos para el usuario. Un líquido especial llena el espacio entre la parte posterior de la lente y la parte frontal de la córnea, creando un entorno líquido que promueve la curación de la córnea. Como tales, los lentes esclerales se consideran médicamente necesarios para tratar las afecciones antes mencionadas.

Lupus eritematoso sistémico (LES):


El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune sistémica que puede afectar prácticamente a cualquier órgano del cuerpo, incluidos los ojos. Si bien es menos común que en la AR y el síndrome de Sjögren, el LES también puede causar complicaciones oculares. La inflamación del LES puede provocar queratitis o inflamación de la córnea, lo que puede provocar dolor, enrojecimiento, sensibilidad a la luz y visión borrosa. En casos severos, la inflamación persistente puede conducir al desarrollo de úlceras corneales y cicatrices, lo que puede afectar significativamente la visión.

Estas condiciones a menudo requieren un enfoque multidisciplinario para la atención. El tratamiento generalmente incluye medicamentos sistémicos para controlar la enfermedad autoinmune subyacente, terapias locales para controlar los síntomas oculares (como lágrimas artificiales, gotas antiinflamatorias para los ojos o tapones lagrimales para reducir el drenaje de lágrimas) y lentes de contacto especializados, como lentes esclerales, para proteger la córnea y promover la cicatrización.

Tipos de distrofias corneales

Las distrofias corneales son un grupo de trastornos oculares genéticos que se caracterizan por la acumulación anormal de sustancias en la córnea, lo que puede provocar la pérdida de la visión. Aunque hay muchos tipos de distrofias corneales, generalmente se clasifican según la capa de la córnea que afectan: el epitelio y la capa de Bowman, el estroma o la membrana de Descemet y el endotelio. A continuación, profundizamos en algunos de los tipos más comunes:

1. Distrofia de la membrana basal epitelial (EBMD, por sus siglas en inglés): también conocida como distrofia de mapa, puntos y huellas dactilares, la EBMD afecta el epitelio, la capa más externa de la córnea. En la EBMD, la membrana basal epitelial se desarrolla de manera anormal, lo que lleva a la formación de pequeños mapas, puntos y líneas similares a huellas dactilares en la córnea. Esta condición a menudo causa erosión corneal recurrente, donde las células epiteliales se desprenden periódicamente, causando dolor intenso, sensibilidad a la luz y visión borrosa.

2. Distrofia corneal endotelial de Fuchs (FECD): afecta el endotelio, la capa más interna de la córnea y la membrana de Descemet. En FECD, las células endoteliales mueren gradualmente, lo que provoca la acumulación de líquido dentro de la córnea que conduce a la inflamación de la córnea y, en última instancia, a la pérdida de la visión. Esta es la forma más común de distrofia corneal y, a menudo, se vuelve perceptible en personas de entre 30 y 40 años, aunque los problemas de visión significativos a menudo no aparecen hasta que las personas alcanzan los 50 o 60 años.

3. Distrofia corneal reticular: Afecta principalmente al estroma, la capa media y más gruesa de la córnea. En la distrofia reticular, las fibras proteicas anormales se acumulan en el estroma, creando un patrón similar a un entramado que puede nublar la córnea e interferir con la visión. Hay varios tipos de distrofia reticular, cada uno asociado con diferentes síntomas y niveles de gravedad.

4. Distrofia Corneal Granular: Esto también afecta el estroma. En la distrofia granular, los depósitos granulares se acumulan en el estroma corneal, que aparecen como pequeños puntos blancos redondos esparcidos por la córnea. Con el tiempo, estos puntos pueden crecer y fusionarse, lo que provoca problemas de visión.

5. Distrofia corneal macular: esta es una forma relativamente rara de distrofia corneal que también afecta el estroma. En la distrofia macular, se acumulan depósitos anormales en todo el estroma, así como en la membrana de Descemet y el endotelio. Esto puede causar una pérdida severa de la visión.

Es importante tener en cuenta que los síntomas, el pronóstico y las opciones de tratamiento varían según el tipo de distrofia corneal. Además, mientras que algunas personas con distrofias corneales experimentan problemas de visión significativos, otras pueden permanecer asintomáticas. Los tratamientos para las distrofias corneales pueden variar desde el uso de gotas oculares lubricantes para controlar los síntomas hasta el trasplante de córnea en casos graves.

Enfoque de tratamiento del Dr. Edward Boshnick

El Dr. Boshnick utiliza un enfoque no invasivo para el tratamiento de afecciones oculares, incluida la distrofia corneal, la degeneración y los problemas que surgen del SJS y las enfermedades autoinmunes. Él enfatiza la importancia de un diagnóstico completo, educación del paciente y planes de tratamiento personalizados.

En casos de distrofia y degeneración de la córnea, el Dr. Boshnick puede emplear lentes de contacto especialmente diseñados, incluidos los lentes esclerales, que pueden mejorar la visión al crear una superficie óptica suave sobre la córnea irregular. Estos lentes también brindan un ambiente nutritivo para la córnea, lo que facilita la cicatrización y ofrece protección.

Para los pacientes con SJS y enfermedades relacionadas de la superficie ocular, el Dr. Boshnick a menudo usa dispositivos protésicos esclerales, también conocidos como tratamiento PROSE (Prosthetic Replacement of the Ocular Surface Ecosystem). Estos lentes protésicos hechos a la medida saltan sobre la córnea comprometida y protegen la superficie ocular dañada, brindando tanto rehabilitación visual como comodidad.

Cuando se tratan las manifestaciones oculares de enfermedades autoinmunes, el enfoque del Dr. Boshnick tiene como objetivo controlar la afección subyacente, aliviar los síntomas y prevenir daños mayores en los ojos. Trabaja en estrecha colaboración con otros proveedores de atención médica para garantizar que los pacientes reciban la atención más completa.

Lentes esclerales:

Los lentes esclerales son lentes de contacto permeables al gas de gran diámetro que descansan sobre la esclerótica, la parte blanca del ojo, y cubren toda la superficie de la córnea. Este diseño crea un espacio lleno de líquido entre la superficie posterior de la lente y la córnea, lo que puede mejorar drásticamente la comodidad y la agudeza visual en pacientes con superficies corneales irregulares.

Protección de la Córnea:

Los lentes esclerales pueden servir como un escudo protector para la córnea, evitando daños mecánicos del entorno o la acción de parpadeo de los párpados. Esto es particularmente beneficioso en los casos en que la córnea es frágil debido a inflamación, sequedad o cicatrización.

Promoción de la curación:

El depósito de líquido detrás del lente escleral ayuda a mantener la córnea constantemente bañada en una solución salina calmante. Este ambiente húmedo puede promover la curación de la superficie de la córnea, lo que ayuda a aliviar síntomas como la sequedad, el ardor y la incomodidad, y puede ayudar a curar las úlceras o erosiones de la córnea que son comunes en afecciones como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren y el lupus eritematoso sistémico.

Mejora de la agudeza visual:


A medida que los lentes esclerales saltan sobre la córnea irregular, esencialmente reemplazan la superficie corneal irregular con una superficie óptica perfectamente lisa, mejorando así el enfoque de la luz en el ojo. Esto puede mejorar significativamente la agudeza visual en pacientes que tienen distorsión visual debido a irregularidades en la córnea.

La amplia experiencia del Dr. Boshnick en la adaptación de lentes esclerales le permite personalizar el diseño de los lentes según la forma y condición únicas del ojo de cada paciente. Su enfoque personalizado asegura que los lentes brinden el máximo beneficio en términos de comodidad, salud de la córnea y mejora visual. Los seguimientos regulares aseguran que los lentes continúen ajustando bien y brinden los beneficios previstos con el tiempo.

El uso de lentes esclerales para estas condiciones corneales desafiantes representa un avance significativo en el cuidado ocular no quirúrgico y permite a los pacientes experimentar una mejor agudeza visual y comodidad. La experiencia del Dr. Boshnick con estos lentes lo convierte en un recurso valioso para los pacientes con estas complejas afecciones oculares.

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Preguntas frecuentes

Los lentes esclerales brindan una superficie óptica suave, evitando las irregularidades de la superficie de la córnea debido a diversas condiciones. Esto mejora la claridad de la visión y alivia las molestias. El espacio lleno de líquido entre el cristalino y la córnea también mantiene la córnea húmeda, lo que ayuda a aliviar los síntomas de sequedad e irritación.

Sí, estas condiciones pueden provocar inflamación, sequedad, úlceras y cicatrización de la córnea. Los lentes esclerales pueden proteger la córnea, promover la curación y mejorar la agudeza visual, proporcionando un alivio significativo para los pacientes con estas enfermedades sistémicas.

Los lentes esclerales reemplazan la superficie corneal irregular con una superficie óptica perfectamente lisa, lo que mejora el enfoque de la luz en el ojo. Esto puede mejorar significativamente la agudeza visual en pacientes que tienen distorsión visual debido a irregularidades en la córnea.

Sí, la mayoría de los pacientes encuentran cómodos los lentes esclerales ya que descansan sobre la esclerótica menos sensible, no sobre la córnea. El colchón de líquido entre la lente y el ojo también mejora la comodidad.

El Dr. Boshnick toma medidas detalladas de los ojos de cada paciente para diseñar lentes esclerales que coincidan con la forma y condición únicas de sus ojos. Este enfoque personalizado ayuda a garantizar que los lentes brinden la máxima comodidad y mejora visual.

Como todos los lentes de contacto, los lentes esclerales deben limpiarse y desinfectarse diariamente para mantenerlos seguros y cómodos de usar. El Dr. Boshnick brinda instrucciones detalladas sobre cómo cuidar los lentes esclerales.

Si bien los lentes esclerales no pueden detener la progresión de estas afecciones, pueden ayudar a controlar los síntomas, proteger la córnea y mejorar la calidad de la visión. El seguimiento regular por parte del Dr. Boshnick puede garantizar la eficacia continua del tratamiento.

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